miércoles, diciembre 08, 2004

Objetos

Comparto habitación con mi hermano pequeño. El otro día, muertos de sueño y con las luces apagadas, nos dio por discutir cuestiones existenciales. Mi hermano decía que no somos más que materia, máquinas muy complejas. Yo le respondí que no lo sabía, pero que la “consciencia”, la sensación de existir, no la tienen los objetos. Le solté mi discurso favorito:

-¿Acaso tiene una cuchara consciencia? ¿Y un abrelatas? ¿Y una lavadora? ¿Y un ordenador? Si una máquina pudiera ser consciente, ¿hasta qué complejidad habría que llegar para conseguirlo? ¿No te parece que debe de haber una diferencia cualitativa, y no solo cuantitativa?

Mi hermano me respondió tranquilamente:

-¿Cómo sabes que una cuchara no es consciente?

No pude contestarle. La verdad es que no tengo ni idea… Tenía un playmobil cuando era pequeño al que jamás podré imaginar como algo inerte. Mi estado de ánimo da bandazos de un lado a otro cuando habla mi teléfono… Y el billete de autobús para Madrid que compré el lunes me llama por las noches, y me pide que vaya a verle.

El próximo día que nos de por discutir a las dos de la mañana, hablaremos del War Craft III.

(Porcentaje de realidad: 95%)