martes, abril 05, 2005

El Ángel y Miguel Ángel

Cuando Miguel Ángel falleció, un tipo regordete vestido de blanco le preguntó si prefería ir al cielo o al infierno. Miguel Ángel, que siempre fue un hombre sensato y poco propenso a las decisiones precipitadas, solicitó que le explicasen en qué consistía cada uno.

-El cielo se parece a la Tierra, pero sin dolores, miedos ni frustraciones. Todas las personas tienen exactamente lo que necesitan para ser felices, ni más ni menos. De los viudos y viudas que volvieron a casarse hay tres copias: una con cada una de sus parejas, más una adicional soltera. Además, puedes elegir la edad que prefieras. También puedes escoger tu aspecto; y el precio de la gasolina es increíblemente bajo.

-¿Y el infierno?

-Igual que el cielo, solo que siempre tienes ganas de mear.

Miguel Ángel lo pensó largo rato y finalmente preguntó:

-¿Podría quedarme en la Tierra como fantasma?

El hombrecillo sonrió.

-Si lo haces para poder colarte en los vestuarios de las chicas, no merece la pena. Podemos ir a verlos ahora, antes de que tomes una decisión. Te garantizo que empezarás a aburrirte mucho antes de lo que piensas.

-No es por eso… -contestó Miguel Ángel.

-¿Entonces?

-Bueno… Has dicho que tendré todo aquello que necesite para ser feliz, ni más ni menos… Y eso significa que no me dejarán pensar nunca más.

(Porcentaje de realidad: 5%)